Capitulo III
Desde la planta 26ª de la Torre Blasco Ibáñez, la imagen de Valencia le servia de fondo a sus atormentados pensamientos. Conecto el teléfono móvil con prudencia, esperaba quizás llamadas del banco, pero lo que había era….. !Veinte mensajes de la clínica Center!. Mientras llamaba a la clínica , especulaba con angustia, ¿No cubrirá la póliza del seguro médico, algún aspecto de la enfermedad?
A los pocos segundos la voz del doctor Valero sonó al otro lado de la línea.
- Gerardo, por fin puedo hablar con usted.
- ¿Qué quiere doctor? - inquirió Gerardo sin preámbulos.
- Por una parte quiero pedirle disculpas - se aclaró la garganta mientras tomaba aire - y por otra ..…. siéntese porque le voy a dar una muy buena noticia.
- ¿Cómo? - Gerardo no entendía el enigma.
- Sus análisis clínicos eran de otro paciente que tenía su mismo nombre y apellido, los expedientes se cruzaron en el ordenador por error, el otro paciente ya ha fallecido desgraciadamente, pero usted, solo tiene una pequeña úlcera que con el tratamiento adecuado, desaparecerá.
- ¿Qué?, ¿Me está diciendo que no tengo ningún cáncer terminal?- Sé la angustia que le ha ocasionado el error, pero le compensaremos adecuadamente, y que no le quepa la menor duda………
Oyendo de fondo el parloteo del médico, Gerardo apagó el móvil.
Perdido en una atmosfera extraña, se sentía como un reo en el corredor de la muerte. Nunca podría trabajar en un banco, era lo único que sabia hacer. La policía vendría de un momento a otro, iría a la cárcel y probablemente saldría en televisión, en los programas de carnaza, tapándose la cara como un vulgar chorizo de cuello blanco o un concejal sobornado.
Con Mercedes lo tenía todo perdido, no podía pedirle ayuda, ni siquiera defensa jurídica.
Bianca no le perdonaría haberla utilizado como una prostituta, nada más lejos de la realidad. El destino había sido muy cruel con él.
Miró fijamente al suelo desde el balcón, los coches encogían en un circuito caótico y los puntos negros que andaban de un lado a otro de manera enloquecida, serían tarde o temprano unas víctimas como él, del estado del bienestar.
Sintió una atracción obsesiva y creciente hacia el vacío, la fuerza de la gravedad le arrastraba hacia el suelo. Vio la sonrisa de Bianca en el aire, moviéndose entre los cristales de los edificios, ahora la veía girando rápidamente mientras el cielo se alejaba, el viento esquivó su cuerpo antes de llegar al suelo y después…….la oscuridad y el silencio.
Vaya!
ResponderEliminarUn tercer capítulo que deja frío...
Casi prefería el final que me había imaginado.
Salu2
Hola
ResponderEliminarEs un final escalofriante, pero viendo su trayectoria desde que se supo lo del cáncer todo te sorprende conforme vas leyendo su historia. Pero dentro de todo lo malo q pueda ser esta historia , la sensación que tengo después de leerlo es que tiene un final muy dulce y bello.
Teniendo en cuenta que nadie puede saber lo q pensaba en ese momento tan desesperado, le has dado un toque muy tierno y sensible para q cuando lo terminemos de leer te deje un buen sabor.
PD. Esto eriza a cualquiera.
Por cierto, el pianista muy bueno. Y tu muy limpio y puro, un beso de corazón.
Hombre, a mí el giro me ha gustado mucho. Me he quedado con la bocaabierta y espero/rezo/deseo que sea pura ficción.
ResponderEliminarY es un final duro, como una caída absurda al abismo. Quizás los que ponen fin a su vida se deba a un momento de total desequilibrio, una desesperación que los ciega. No lo sé, en realidad.
La historia es buena, al menos yo, la he disfrutado. El paralelismo de los medios, la corrupción política como la peor de las verguenzas es muy acertado.
Saludos. ¡Más historias!
Toni, parafraseando a Groucho Marx, si no te gustan mis finales, tengo otros. ;)
ResponderEliminarJulia,me llama la atención que me digas que es un final dulce y bello y que lo hayas visto desde esa perspectiva. A pesar del drama del suicidio, Gerardo se despide con la imagen de la felicidad. Besos.
Agradezco tu análisis detallado Igor, yo estoy convencido que Gerardo murio cuando le dieron el diagnostico equivocado y esa huida hacia adelante no tenia retorno. Saludos.