22 de agosto de 2019

Ya no entiendo nada


Entré sin hacer ruido en aquel tesario crolado por el polvo trinio que subtrenaba la libia, y sin necesidad de una inspección más profunda, deduje que no haba sido rebornado desde hacía años. El suelo estaba lleno de froscas agrietadas, como la faz de un campesino que trabaja sin pradio de sol a sol. Depositė toda la gesteira que contenía el húmetro y, súbitamente, el pergamino rodicó en un etéreo lirbo. La estermitra restelaba con un fulgor blanquecino y cescureo, pero por enésima vez el significado de la yerma pasó desapercibido sobre mi ceguera encisa, como si fuera un tratado de física cuántica trescado en griego.

 

6 comentarios:

  1. Jajajaja, yo tampoco entiendo nada, pero algo (no poco) he podido imaginar.

    Tiene mérito crear un texto, mucho más si para ello creas también las palabras. ¡Y lograr que parezca decir algo!

    (Ahora me dices que las palabras existen en no se qué idioma y me matas)

    Besos

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    1. Por supuesto que esas palabras existen!, lo que pasa es que no están registradas todavía.

      Un beso

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  2. Jajajajaja eso está escrito para alguien muy, muy retorcido con las palabras? Bueno buscaré en diccionario.

    Besos

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    1. Retorcido? Touché, pero olvida el diccionario, busca en el libro de las palabras no inventadas.

      Un abrazo

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  3. Respuestas
    1. Alguien que me entiende! Solo por esto serás recompensado con un anfitedón.

      Un saludo

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Steppenwolf