Han pasado tantos años que la recuerdo como en una película de cine mudo. Olía a colonia fresca de limón y vestía vaqueros todo el día. Solo teníamos quince años y empezábamos a fumar nuestros primeros cigarros, a navegar en un mundo de color, abierto y dispuesto a ser descubierto por nuestra curiosidad sin limite.
Un disco de Pink Floyd fue la excusa para empezar a salir, y como un aliado en la batalla, la música flotaba ebria sobre el aire y nos trasportaba a un frágil universo en el que éramos piratas buscando tesoros de vinilo, en su habitación o en la mía. Eran inocentes encuentros que yo interpretaba como fiestas secretas; recuerdo que mis sentidos se desajustaron tanto que a veces los pies no tocaban el suelo.
Ella tenía una rara belleza marcada por sus ojos rasgados. Si me sonreía, me desarmaba, estaba a su merced. En aquellos tres meses de verano visité el cielo algunas veces aquí abajo en la tierra; era un mundo maravilloso. Sin ninguna duda fue mi relación más platónica, y a pesar de todo, recuerdo estar casi todo el día empalmado.
A lo mejor te hubiera dejado yo, de ser tu madre, a los 15 años venir con una cria a casa y encerraros en la habitación sin mí.
ResponderEliminarEmpalmado? lógico, eras una bomba de hormonas con piernas.
Muy bonito, esperemos que tu mujer, además de sentido del humor, sea comprensiva cuando lo lea.
tu comentario me ha sacado una sonrisa, cosa que últimamente me hace bastante falta.
ResponderEliminarMuchas gracias, un abrazo para ti también :)
¡Que recatada Aina!, no te habrás tomado alguna pastilla para reforzar la castidad mental y espiritual, pero parece que has leido otro post, ¿Quizá en un blog pornográfico?.
ResponderEliminarPobres vinilos, lo que habrán tenido que aguantar. En cuanto a tu situación "rígida" ya ves, da igual que los amores sean platónicos o no: la Física es lo que tiene, que no falla.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente.
ResponderEliminarCon 15 años eran veranos muy calientes...y manuales!
Salu2
Como me ha gustado tu entrada, que recuerdos solo con solo cogerse de la mano, ya bastaba para estar a cien y con un beso al rojo vivo.
ResponderEliminarY si encima escuchabas a cat stevens o supertramp.
Cuanta inocencia, eso es lo bello.
Un beso
Kalina, tu sonrisa hace que yo también sonria, ¿Será contagioso?. Saludos.
ResponderEliminarPas, Los casi cien vinilos que tengo,los conservo como tesoros, el Thick as a Brick de los Tull está casi destrozado,(sabes que es un periódico con el disco dentro), y lo intento arreglar como lo haría un restaurador de cuadros con obras del Museo del Prado. Los CD´s que compre posteriormente, han desaparecido todos, no tenían alma.
Y si la física falla, siempre nos quedará viagra.(¿O era Paris?).
Toni, no es por nada pero la masturbación es un pecado execrable, espero que no la practiques, por tu bien, porque te puedes quedar ciego.
ResponderEliminarAhora que lo digo, ¡cada día hay más gente en la ONCE!.
Así es Julia, eso es lo que he intentado reflejar, la inocencia, ese estado casi onirico, irreal y perfecto.
ResponderEliminarAhora dicen que ese estado lo produce las hormonas, las endorfinas y la serotonina. No quiero polemizar con los científicos, pero no pueden ser tan frío.
PD: ¿Tu también oias a Cat Stevens?
Un abrazo.
qué estado tan neurótico, sociópata y absurdo, y sin embargo qué sería de nosotros sin él, y qué sería una vida que no tenga estos recuerdos de amores a los 15, cuando todo es enorme y todo es real y bueno, bello y sincero, y todo es posible y eterno y los besos saben a limón y chocolate, y después del beso uno sabe qué hay que hacer pero como lo sabe de oídas, no hace mucho más y se queda medio lelo y atontolinao hasta la próxima vez, cuando de nuevo los besos se queden sin continuación y de nuevo las noches sean febriles y sudorosas
ResponderEliminarayyyy qué recuerdos, menos mal que no se olvidan nunca
Bonita historia y bonita canción.
ResponderEliminarTodos nos empalmamos cuando nos enamoramos (sí, las chicas también),sino ¿cómo saber si es amor?
Pues un saludo. Que me gustó pasar por acá.
Pues yo te podría contar una historia muy similar. Y también bonita. Oye, sólo pasan esas cosas de joven? Quiero decir aquella belleza especial que tenía la playa, sus ojos de gato, el atardecer.
ResponderEliminarSaludos.
Efectivamente Pon, en esa edad somos tan vulnerables, guiados por fuerzas invisibles que nos crean algunos problemas, pero que con la perspectiva del tiempo se recuerdan con ternura.
ResponderEliminarBienvenida y un saludo.
Sue,eso de que todos nos empalmamos, podría dar para escribir un libro de 1.000 páginas ;).
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, esa atracción es inevitable.
Bienvenida Sue.
El cielo en la tierra.
ResponderEliminarSi señor.
Las hormonas más felices que todas las cosas y el mundo era una fiesta.
Porqué se jodió todo después?
Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarlas hormonas se rebelan contra el espíritu cuando se tienen 15 años, y los mapas del tesoro tienen varias rutas. Hermoso. Un beso
ResponderEliminarSi Claudia, a veces se llega al tesoro sin necesidad de andar por el lado salvaje.
ResponderEliminarSaludos.
te importa que te enlace???
ResponderEliminarPon, por supuesto que no me importa, para mí es un placer.
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