10 de enero de 2012

Hombres de honor



         Su único hobby es pasear a Arnold, su mascota. Rocco Motta siempre ha pertenecido al clan de la familia Borsalino, en el corazón de los dominios de la camorra napolitana. A los catorce años inicio sus actividades como vigilante de zona y a los veinticinco ya era guardaespaldas del capo del clan, Luca Borsalino. Diez años más tarde se encargaba de la distribución de los productos textiles que llegaban al puerto de Nápoles. Las extorsiones y los ajustes de cuentas los realizaba él personalmente, hasta que recibió un balazo en plena cara. La bala se introdujo por su boca y salio por la nuca. Después de 32 días en coma, Rocco nunca volvió a ser el mismo y fue "prejubilado". Era un gangster peligroso pero ahora es casi un vegetal, con una sonrisa permanente pero carente de alegría, es solo una caricatura de la mafia. Esta mañana ha vuelto a pasear a su canario Arnold por Vía Toledo, con su mini-collar y su cuerda de cinco metros para que pueda volar un poco.
 
         La fidelidad y el hermetismo que existe en la Camorra napolitana y en la Cosa Nostra siciliana, es mucho más fuerte que la devoción que exige cualquier secta religiosa o política. El significado original de la palabra mafioso se podría traducir como hombre de honor, paradojas de la vida. La extorsión en zonas dominadas por la mafia impregna todas las capas sociales. La familia mafiosa pide a cada empresa y comercio una contribución a cambio de seguir viviendo, convenciendo a los escépticos mediante la violencia y la intimidación. Rápidamente se va formando un imperio económico alrededor de  "la familia". Si el sector elegido es el de la construcción, la mafia amplia su radio de acción hasta apropiarse de canteras, cementeras e inmobiliarias. Poco a poco, al resto de empresarios del sector no les queda otro remedio que cerrar sus negocios y marcharse. Y así ocurre con todos los sectores productivos.

           Otro importante objetivo de las mafias es la apropiación de fondos y contratas públicas mediante sobornos. Las mafias modernas no necesitan a los matones de Al Capone para conseguir sus objetivos, sus líderes son capos de cuello blanco, hombres relevantes de la escena económica o política, sus delitos ahora se llaman tramas de corrupción, y casi nunca son inculpados porque siempre hay subordinados que pagan la fiesta quedando como  los cerebros de la operación, pero el señor X nunca asume su responsabilidad y se va de rositas.
Estos grupos amasan grandes fortunas gracias a sus conexiones políticas y aparecen finalmente ante nosotros como holdings multinacionales, bancos impulsores de la economía, partidos políticos vigilantes de la moral, o simplemente como capital puro y duro, ese que suena en los telediarios con el eufemismo de "mercados".  Si no fuera porque me he prohibido hablar de política, diría que la mafia y la corrupción se han introducido hasta en el último rincón de este país.


 

12 comentarios:

  1. No lo dudes, es más, yo diría que en este país y en muchos otros. No es por tirarte de la lengua pero creo que aunque te hayas prohibido hablar de política eso no te impedirá contestar a esta sencilla pregunta:
    ¿Cómo se llama aquél medio en el cual se usa el dinero como medio de pago o trampolín para llegar a los puestos deseados y después para mantenerse en dichos puestos por el máximo de tiempo posible, hacerse y hacer a otros multimillonarios, para después traspasar el puesto a familiares, compadres, amigos, o a quienes adeuden favores recibidos durante su ascenso al poder y por último para gozar de la vida después de haber usufructuado poder y dinero a discreción por tiempo incalculable y sin producir absolutamente nada para los que han sometido y robado impunemente?.

    ¿Es el medio político? ¿Es el medio mafioso?. Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando.

    Un saludo y a tus órdenes, mi coronel, jeje.

    ResponderEliminar
  2. era mucho más fácil ponerles cara a los mafiosos que a los mercados.
    yo no sé cómo no estamos ya asaltando los palacios de invierno. tragamos con tó, masticamos lento, pero tragamos con todo.

    un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Anda, acbo de caer, los famosos sombreros "Borsalino" van a ser de ésta familia, que se dedicaba al textil.

    ResponderEliminar
  4. La cosa no ha cambiado mucho: hay menos sangre, pero la misma codicia. Se han refinado las formas, porque ya no necesitan andar a tiros. Las vendettas tienen lugar en la Bolsa, y lo único que queda de aquella época es la frase intemporal: "no es nada personal, son solo negocios".
    Los demás, los de a pie, nos limitamos a ver las peleas bursátiles entre tiburones -que pagamos de nuestro bolsillo- y clamamos en el desierto que todo va muy mal. Pero hacer, lo que se dice hacer, no hacemos nada.

    ResponderEliminar
  5. Fayna, Baleares y la Comunidad Valenciana nos muestran sin ninguna duda actitudes mafiosas. La trama mafiosa diseña una política financiera y elabora una hoja de ruta para conseguir sus objetivos, entre ellos, eliminar al rival, a diferencia de la corrupción, que busca unos beneficios a corto plazo.

    Jaume Matas paga medio millón de euros(compra)a periodistas para que destaquen "su labor" en periodicos nacionales.
    En Alicante Valencia y Castellón, ayuntamientos, diputaciones y la Generalitat, están pringados hasta los ojos. A Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, le ha tocado "el gordo" más de cinco veces, justificando así su patrimonio.

    El dinero y consiguientemente el poder, es lo que buscan, de hecho el caso Gürtel es un claro ejemplo de financiación irregular de partido al estilo más puramente mafioso, esquilmando el dinero público, nuestro dinero.
    No son los trajes, son millones de euros, y si esto no es la mafia que venga dios y lo vea.
    Lo más acojonante de todo, (también por el papelón del PSOE) es que ganan por mayoría absoluta en las últimas elecciones regionales, después de haberse destapado todos los escándalos.

    Pensando en esta situación generalizada, me vienen a la cabeza: historias masoquistas, la gata loca, y un cuento para escribir que se titularía "Señor, ¿Por qué permito esto?". Espero que no tengamos que poner la cama también.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Senses, tienes razón, aceptamos todo, no indignados sino resignados, por lo menos hasta ahora.
    Sería una pena que movimientos como el 15-M desaparecieran por la misma enfermedad que tenemos nosotros: falta de ilusión, falta de lucha.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Socióloga, el nombre de Borsalino no lo he sacado de los sombreros sino de los jueces Falcone y Borsalino que saltaron por los aires por sendas bombas de la mafia.
    Te aconsejo que no ironices con las "familias", por menos de lo que tú has dicho, a alguno le han mandado la cabeza de un caballo.

    ResponderEliminar
  8. Pas, a veces creo que si estuvieramos en el puesto de los mafiososos, haríamos lo mismo que ellos, es la condición humana. Bueno, quzá robaríamos con más inteligencia, para que no nos pillaran.

    ResponderEliminar
  9. ¿Y que coño le digo yo al padre? "hola Jimmi, estabas en deuda con dios y se la ha cobrado"
    (Mystic river).

    "hay tres maneras de hacer las coas: bien mal y como yo las hago"
    (Robert de Niro casino)

    Lo de las pelis, es juego de niños al lado de la mafia de ahora

    Muy interesante

    ResponderEliminar
  10. Julia, los mafiosos ahora son superpijos, mira a Ricardo Costa pidiéndole 100 gramos de caviar auténtico al Bigotes. ¡Joder! ni cocaína siquiera, caviar iraní. La fashion es lo que priva.

    ResponderEliminar
  11. si argentina pudo salir España hará lo mismo, saludos

    ResponderEliminar
  12. Nonl, creo que de esta no va salir ni dios, con perdón. Yo he leído que volveremos a la edad de piedra, no se si se refieren a los encendedores que tenian piedra y gasolina, vamos, la era Zippo.

    ResponderEliminar

Steppenwolf