5 de mayo de 2013

La aguja y la raya


    

    
        Algo me indica que se esta acabando la gasolina, quizá la aguja esté en la raya marcando la reserva. Más que un dato empírico es un sentimiento que se solidifica en el aire, tan real como una roca, tan implacable como una tormenta perfecta, pero esta vez no es George Clooney el que se va a ahogar. Aprendés a competir, a conseguir, a ganar, pero nadie te enseña a dejar que el río siga su curso, a abandonar y a decir adiós.

        La realidad se decodifica en la mente y se convierte en un mar de datos que fluye a tumba abierta sobre un universo onírico, y puede que el cerebro se equivoque en su proceso, pero también tengo serias dudas sobre la realidad absoluta. No sé si fue real, pero todavía veo el resplandor de esa luz amarilla que se colaba por la ventana de la habitación rellenando el fondo de su silueta negra. La noche nos presentó sin palabras, eramos dos extraños pero nos conocíamos muy bien, y a pesar de que ninguno de los dos encendió la luz, nuestros cuerpos se acoplaron como las piezas de un puzzle. 
Todo acaba, sin excepción, y aquejado de un ataque de responsabilidad, me negué a seguirla por el lado salvaje, por los caminos psicotrópicos y por las noches desnudas. Sus labios no hablaron, pero oí una voz que dijo adiós.
      
        La gente es así, siempre tan extraña, cómicos surrealistas parodiándose a si mismos y empapados del queroseno tóxico que flota sobre los aeropuertos del deseo. La gente dice, la gente hace, la gente piensa; la gente, extraño término para referirnos a nosotros mismos.
Cuando la ilusión es esclava, cuando la suerte se acaba, cuando todo se convierte en nada y la aguja está en la raya, quizá sea el momento de decir adiós.



10 comentarios:

  1. mientras la gente, esa que sigue marcando pautas, no decida echar la raya, continuaremos esclavos de nosotros mismos. Ya veremos.

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  2. la realidad?, la realidad apesta. menos mal que aún nos queda gente como Carlos Tarque y Ariel Rot, ¡Grandes!
    ...ya sólo me consuelo con estas pequeñas cosas.

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  3. No se si lo entendí, pero te manto un poema.
    Decir adios
    Siempre hay un último beso
    Una última caricia de amor
    Una última noche
    Donde estuvo la pasión
    Siempre un último verso
    Que salió del corazón
    Una última rosa
    Que se queda en el jarrón
    Siempre un último abrazo
    Una última canción
    Una última luna
    Que brilló para los dos
    Siempre un último encuentro
    De dos almas sin rencor
    Siempre un último tiempo
    Cuando todo fue mejor
    Una última entrega
    Sin medir cuánto se da
    Una voz que se quiebra
    Cuando el corazón se va
    Para entrar en una nueva soledad
    Cuando el tiempo ha terminado para amar
    Y saber que ya mañana no estar es
    Y partir de nuevo sin mirar atrás
    A ese tiempo que ya nunca volverá
    Y saber que en el camino del amor
    Todo llega a su final
    Siempre un dulce recuerdo
    Una última razón
    Para hacer un intento
    Por ganarle al desamor
    Para entrar en una nueva soledad
    Y saber que ya mañana no estarás
    Y partir de nuevo sin mirar atrás
    A ese tiempo que ya nunca volverá
    Y saber que en el camino del amor
    Todo llega a su final

    Carlos Ponce

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  4. Senses, una canción que ha pasado desapercibida, pero una de las mejores poesías sobre el tenebroso mundo de las drogas, rayas y agujas. La voz de Tarque está fuera de concurso.

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  5. Julia, decir adiós y aceptar un adiós es algo tan difícil y tan delicado que debería ser tratado como una asignatura más.
    Gracias por la letra de la canción.
    Un saludo.

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  6. Esa palabrita tiene vida propia, genera miedo, ansiedad, dolor y a la vez arrastra a tomar decisiones... más que una despedida, parece ser un imperativo cósmico, una urgencia de buscar combustible por carreteras inciertas. Me quedo con una frase bella y profunda "a tumba abierta",me parece un hueco de dolor. Saludos

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  7. Sonia, "buscando combustible", parece sacado de un futuro distópico. ¿Quién sabe?, puede que sea así.
    Un abrazo.

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  8. El complicado mundo de los adioses.No había escuchado esta canción antes, me gustó.
    Un saludo.

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  9. Ripley, cada adiós es una pequeña muerte, pero bueno, a veces también decimos hola.
    Ssludos.

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