11 de febrero de 2012

Asesinos legales

                           

         Si las santas escrituras proclaman claramente la defensa de la vida y el rechazo de la pena de muerte como manera de expiar los pecados, ¿por qué entonces los gobiernos más conservadores y los núcleos de población más radicales y ultrarreligiosos son los más proclives a la aplicación de la pena de muerte?  Esto sucede en todo tipo de sociedades y religiones desde hace muchos siglos. Sin ir más lejos podemos recordar las fechorías cometidas por la banda de la santísima inquisición en la Europa del siglo XV, quemando vivos a los herejes y a las brujas. Un gran espectáculo luminoso al abrigo de la hoguera. Así habló el Génesis sobre la pena de muerte:


          “..el que atenta contra la vida de una persona, hiere gravemente el infinito amor de Dios, por tal razón se enfrenta al Creador y se hace reo de condenación. Solo el arrepentimiento sincero de la gravísima culpa cometida puede reintegrarlo a la gracia y a la amistad de Dios, que siempre espera el retorno del pecador para acogerlo con ternura en sus brazos.” (Génesis, 1-26)
       "....Caín respondió al Señor: Mi crimen es demasiado grande para poder soportarlo. Desde hoy, deberé esconderme de tu presencia, iré por el mundo errante y fugitivo para no ser asesinado. El Señor replicó: Si alguien mata a Caín será vengado siete veces. Luego el Señor le marcó con una señal para que no le mataran quienes se encontraren con él." (Génesis,4,13-15)


        Algo similar podemos decir del Coran; según Mustapha Bouhandi, profesor de la Universidad Hassan II en Casablanca, los argumentos en favor de la pena de muerte basados en el Corán responden a una lectura errónea del libro sagrado:

        “Los regímenes árabes la mantienen porque la consideran su principal instrumento de represión, y no quieren perderlo. La mayoría de esos regímenes no están legitimados en las urnas y creen que cualquier clase de oposición que goce de apoyo popular es una amenaza. La pena de muerte es para ellos un medio efectivo de eliminar opositores, o al menos de intimidarlos y frenarlos. A menudo estos opositores son liquidados sin que medie juicio, incluso sin que sus familias jamás sepan sobre su ejecución o sean capaces de organizarles un funeral. La justicia depende del deseo de los poderes gobernantes. Cada condena a muerte, incluso en casos no políticos, está influida políticamente.”

        El partidario de la pena de muerte, exhibe una mezcla de odio y miedo que le lleva a desear la muerte de los diferentes. Somos juez y parte, y por lo tanto responsables en mayor o menor medida de la integridad de todos los miembros de nuestra sociedad. Por nuestra sangre circulan genes durmientes de asesinos, violadores y sádicos impenitentes, y aquellos que son lapidados, electrocutados, envenenados y ahorcados, son un reflejo de nosotros mismos en diferentes circunstancias.
Es preocupante que todavía tengamos que ver en los mapas de los ejecutores de las penas de muerte como estan incluidos paises tan ilustres como USA, Japon y China, y de forma clara, las cifras de la pena de muerte indican la existencia de una sociedad enferma.


El silencio agrieta las sombras de la espera,
las lagrimas de miedo exploran las mejillas,
y el salvador de almas reza una oración,
mientras la muerte danza en el corredor
con su siniestra aliada, la letal inyección. 
Los justicieros deciden quien muere
como díscolos dioses despiadados,
ellos son jueces, son verdugos 
y también son asesinos.

14 comentarios:

  1. Pues eso. Son jueces, también asesinos.
    Los inquisidores de la santa inquisición dieron por el saco igual que están dando por el saco los inquisidores de la muy noble, variopinta y ultracatólica gobernanza de p'acá.
    Todos a la hoquera, a socarrarnos vivos.
    Me voy a echar un vistazo al génesis. A ver si hay suerte.
    Buena, Steppenwolf

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  2. La escritora Adela Salas me contó el horror que sintió cuando visitó el Museo de la Tortura,ante determinados aparatos. El guía culmina con un llamado a la reflexión diciendo: Si ud se horrorizó pensando en el verdugo; imagine qué clase de persona fue capaz de idear semejantes instrumentos de tortura.
    Siempre Matar es Asesinato y, hasta donde entiendo, de la muerte no hay retorno y, tampoco es redentora.
    http://enfugayremolino.blogspot.com/

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  3. pues alguno de los profetas más modernos ya lo han dicho "la religión es el opio de los pueblos"...y la justicia es una ramera que para castigar aplica el mismo método que busca combatir. Las personas somos emergentes de una sociedad, que debería hacerse cargo para ser justa, de ciertas políticas que "nos humanicen". "Pena de muerte" es una película excelente que revela la hipocresía de toda una sociedad. Profundo y comprometido tu texto. Saludos

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  4. Lo triste es que esta práctica no es solo patrimonio de los "bárbaros países árabes": en Estados Unidos es muy popular. Será por las razones que tú dices, probablemente. Pero asusta pensar que en un país supuestamente desarrollado sean los votantes los que siguen defendiéndola.

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  5. Aún recuerdo cuando era una mayoría a quien nos escandalizaba que en algunos países las autoridades mataran a personas culpables de algún delito. Ahora parece que las encuestas (que por su resultado bien pueden haber estado promovidas por un vendedor de sogas o un fabricante de inyecciones letales) dicen que más de la mitad de españoles y españolas quieren que vuelva a existir la pena de muerte.

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  6. Pilar, no nos vendría mal una hoguerita en la plaza del pueblo para aguantar este frió.
    Aunque aquí ya no hay pena de muerte, algunos se desahogan matando toros. ¡Qué país!

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  7. Laura, cada día son menos los países que utilizan la apena de muerte, esperemos que aunque solo sea por vergüenza dejen de matar argumentando que es por el bien de la sociedad.

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  8. Pas, has metido el dedo en la llaga. Son los votantes los que permiten que funcione la pena de muerte, por acción o por omisión; claro que hablamos de países donde se pueda votar.
    De Estados Unidos podríamos resumir el fenómeno "pena de muerte" en la siguiente frase, y que nadie piense que me inspirado en Schwarzenegger: "mucho músculo y poco cerebro"

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  9. Claudia, creo que has utilizado una palabra que encaja perfectamente, "hipocresía". En la religión, en la política, en la calle, es muy difícil
    justificar el asesinato de una persona que ha asesinado. Las leyes de un país que utiliza la pena de muerte, convierte en asesinos a los verdugos, es evidente.
    Saludos.




    Socióloga, Natural Born Killers, como dirían nuestros amigos tejanos.

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  10. en Europa lo tenemos superado afortunadamente.

    Una ejecución no es simplemente una muerte. Es tan diferente de la privación de la vida como un campo de concentración es diferente de una cárcel. Le añade una regla a la muerte, una premeditación pública conocida por la futura víctima, una organización que es en sí misma la fuente de sufrimientos morales más terribles que la muerte. La pena capital es el más premeditado de los asesinatos, al que ningún acto criminal, por deliberado que sea, puede compararse. Para que hubiera una equivalencia, la pena de muerte habría de castigar a un criminal que haya avisado a su víctima la fecha precisa en la que lo habría de matar horriblemente y que la haya confinado a su merced durante muchos meses. Un monstruo así no existe en la vida privada.

    Las represalias están relacionadas a la naturaleza y al instinto, no a la ley. La ley, por definición, no puede obedecer las mismas reglas que la naturaleza
    .
    Albert Camus
    http://unviajeimposible.blogspot/2009/01/pena-de-muerte.

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  11. Julia, ¿más de la mitad de los españoles quieren instaurar la pena de muerte? Bueno, solo quieren cargarse a algunos jueces, políticos, banqueros, empresarios corruptos, concejales de urbanismo, a sus jefes ....... y una lista interminable.

    ¡Una fábrica de sogas!, como no se me habrá ocurrido antes, aunque para ejecutar con clase, tengo al vendedor de seguros que en menos de cuatro horas hace que la gente se suicide tragándose sin respirar el contrato del seguro. Eso no falla y podemos hacer un programa en directo en Telecinco.
    Un abrazo.

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  12. No sé que sucede, abro tu blog y no aparece la última entrada...qué pena!

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  13. Senses, Albert Camus lo tenía muy claro, lo que no entiendo es que pasa por la cabeza de Arnold y otros gobernadores del nuevo mundo.



    Claudia, los caminos de la tecnología son inescrutables.

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Steppenwolf