19 de octubre de 2011

Mercedes Benz

                         

         En los primeros años de la pasada década vendimos nuestra alma al diablo, a la fiebre consumista que nos hizo comprar compulsivamente, al contado y a crédito, daba igual que no sirviera para nada o que a las pocas semanas el artefacto en cuestión acabara en un rincón del trastero. El placer de consumir era para muchos, comparable al de un orgasmo. Ahora, transcurridos diez años, la economía se ha ralentizado, la maquinaria se está parando y la única fórmula para que vuelva a funcionar es consumir otra vez, cuanto más, mejor, mientras medio mundo se muere de hambre.

            Hace unos días vino a visitarme un agente comercial de Mercedes Benz y me ofreció mediante renting un impresionante Mercedes C200, por poco más de 600€ al mes. El vendedor me miraba sonriendo de oreja a oreja como si a los dos nos hubiera tocado la lotería, mientras tanto reforzaba su argumento apuntando al catalogo con el dedo índice:     " ......esta joya es una berlina elegante, con el sello de Mercedes pero con una línea deportiva que va a provocar la envidia de los demás".  A mí el coche me gustó, pero la perspectiva de provocar envidia me produjo escalofríos. No quiero imaginarme a un puñado de envidiosos radicales con los ojos inyectados en sangre, practicando vudú contra mí, pinchándome las ruedas del coche o deseándome terroríficas tragedias mientras me lanzan un mal de ojo. ¿Habría pensado este tipo que yo era un kamikaze? Descarté la operación de inmediato para evitar caer en la tentación.

           Entre consumo y consumo, nuestra escala de valores se desordena y ya no hay diferencia entre lo importante y lo trivial. No podemos imaginar nuestra vida si no tenemos el último móvil, la ropa de moda que Makino y Lukino nos impone, un coche fashion que provoque la envidia de los demás o cualquier engendro tecnológico de última generación y pronunciación anglosajona. En un mundo material, los zombis piensan que el valor de una persona es proporcional a los bienes que posee y no pueden comprender que un coche esté detrás de tres sonrisas, de dos abrazos o de un beso.
                         

21 comentarios:

  1. Me ha hecho reir a partir de "A mí el coche me gustó...", le aseguro que hasta le dibujé cara de pánico tratando de evitar toda clase de hechizos negativos. Poco afortunada la declaración del vendedor.
    http://enfugayremolino.blogspot.com/

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  2. "...De palabras medidas en cuarteto
    digo bien gradecer el comentario
    deplorando el papel del adversario
    que quedó reflejado en mi otro texto..."

    Muy ocurrente y mordaz tu post.
    Muy bueno tu soneto, Steppen
    Abrazos

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  3. Laura, los vendedores son vendedores, ¿quién no ha vendido algo con sus palabras?


    Pilar, no era mio el soneto, era de Miguel Hernandez, ya me gustaría a mi......

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  4. no puedo creer que justo se detenga el reproductor cuando Wilco esta tocando Impossible Germany f*ck CBS....electrico estaria bueno para provocar la envidia Veggie jaja
    saludos

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  5. Pero tú sabes que él vende coches porque a la mayoría le pone lo de provocar envidias.

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  6. mucho mejor Merceditas que un Mercedes. y si Janis Joplin suena de banda sonora, ¡¡¡la felicidad!!!

    ...consumidos nos hemos quedado de tanto consumir...

    dos abrazos y un beso.

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  7. asfgskdfgaskdbflsdjf me has chafado la gracia! nada más ver el título, pensaba ponerte el enlace de la canción que has dejado. Bendita Janis.
    Un abrazo!

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  8. Comprar para dar envidia, eso es estar tan enfermo, como ser envidioso.

    Me he reído a gusto con lo del comercial, que mal lo hacen algunos.

    Tengo que confesar que cuando estoy un poco depre, si puedo comprarme algo, me alegra bastante, seguro que estaré enganchada al consumismo, pero me quedo con tres besos tres abrazos y tres sonrisas.

    Niño, tu vale masque toel oro del mundo. (Eso por lo de la foto)

    Mmmmmmmmmmmmmmmme encanta la de la voz rota.

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  9. Nonl, dios creo la envidia para los envidiosos, que son seres que creen que su víctima está por encima de ellos.
    Impossible Germany, la mejor de Wilco, guitarras melancólicas. Sienpre que los oigo parece que llueve.




    Socióloga, lo mismo que he comentado con nonl, la envidia dice muy poco del envidioso.

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  10. Senses, parece que el nombre Mercedes es un aliciente más para su compra, un coche y un nombre de mujer por el mismo precio.
    Esto es rezar y pedir a dios, lo de la Janis, y lo demás son tonterías: "Señor, ¿por qué no me compras un Meirseidisben?"
    Un abrazo.

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  11. Kalina, dicen que Janis Joplin bebía, que era heroinómana, cocainómana, que tomaba anfetaminas, pero lo cierto es que todas esas sustancias estaban enganchadas a ella, como alguno de nosotros.

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  12. Así fue, en efecto: todo el mundo se creyó rico de repente, por el dudoso sistema de empufarse. Y así están ahora. De lo que está pasando tenemos la culpa todos. Los de arriba tienen más culpa, porque son los que nos hicieron tragar, pero los de abajo se olvidaron de su condición. Y a estas alturas ya deberían haber escarmentado.
    No hay Mercedes Benz como el de Janis, eso desde luego.

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  13. Julia, eres como esos ríos que aparecen y desaparecen (el día de los indignados en Alicante no apareciste, por ejemplo), pero es un placer verte por aquí, a ver si te vemos más a menudo.
    Sobre los vendedores, no lo hacen mal, es su trabajo, como los camellos con las drogas, tienen que vender.
    De la envidia, es un pecado de lo más desaprovechado. Mira tú la lujuria o la gula por ejemplo, que cosas más bonitas.
    Sé que te gusta Janis, la ví en un post de ese blog que... ¿has abandonado? Espero que no.

    Un abrazo.

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  14. Pas, viviamos el sueño americano en versión española y una vez que se ha desinflado el globo, a todos nos ha pillado a contrapié, a unos más que a otros, con un par de préstamos, una hipoteca y un nivel de vida irreal. Es triste despertar, pero despues del sueño viene la realidad. ¿Será que el dios dinero nos ha abandonado?

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  15. Y yo todavía sin Ipod, menos mal que el Mercedes lo traigo puesto desde antes de nacer.

    :-)

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  17. Vaya, un Mercedes C200...

    A mi es sacarme de los Mercedes blancos y perderme, todo en uno...
    http://www.youtube.com/watch?v=6bnGxWkkiJo
    En cualquier caso, jamás tendré un bicho de esos :)

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  18. A veces recuerdo con nostalgia la epoca donde la tecnologia era una cista de 90 BASF, donde la musica se grababa de cassete a cassete y los mercedes eran discos de vinilo que buacabamos con ahinco

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  19. Perdita, si me compro un Mercedes ¿me tienen que llamar señor Steppen, no?


    Carlos, yo a las cintas no llegué, pero los vinilos los conservo en el trastero como si de cuadros de Dalí se tratara.

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  20. Son lindos esos autos, pero si vas a vender tu alma al diablo por tener uno, pues, creo que de a pie nos hace mejor. La envidia es parte de nuestras vidas, creo que lo importante es mantenerla a raya.

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  21. Carmen, son lindos esos autos, pero son el precio de tu alma.
    Un abrazo.

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Steppenwolf