23 de agosto de 2011

Buscando la lluvia

              


         Busco la lluvia en el norte de la Vía Láctea, donde las gotas caen hacia ninguna parte con la cadencia lenta y armónica del cristal líquido. Busco la lluvia que se apodera de los tejados y las calles, del aire y de tu aliento cálido y humeante. Busco la lluvia torrencial y desatada que drena el enfangado subconsciente, esa que repiquetea en el suelo bailando a ritmo de bossa nova. 

           Lluvia ingrávida y etérea, perfumada con lavanda, habitante del reino de la tristeza sabia, de la melancolía serena y la felicidad húmeda. Lluvia que cauteriza las heridas del alma provocadas por el odio ciego y por la soledad salvaje, y esa lluvia me indicará el camino hacia los Pirineos Catalanes, a Ordesa, a Donosti y al Botxo, a Cantabria, a Llanes, a Covadonga y a las rías gallegas, y por supuesto, espero mal tiempo.
                                     
                                           

15 de agosto de 2011

Ya no me importa




El viento va cargado de poemas,
  que calan el espíritu como lluvia de verano,
aspiro sin pudor pretenciosas metáforas, 
 y como el síntoma de una disonancia,
esos versos me anestesian.
Siento que te alejas sin motivos aparentes,
pero da igual, no me importa lo que sientes


Mientras la crisis avanza, el coche no arranca, 
el dentista me atraca, los vecinos me rayan,
los yonkis hacen footing, los atletas se drogan,
las putas visitan al papa, los pájaros ya no vuelan,
el sol no se enciende, la noche se esconde, el tiempo se para
y la vida se acaba........ pero ya no me importa..

 Los suicidas amenazan con no tirarse del puente,
con mantenerse vivos hasta cumplir los ciento veinte.
 Los trapecistas se zambullen en el asfalto,
 evitando caer en las redes traicioneras.
Las gaviotas atacan el puerto pesquero,
 y otro Pearl Harbor terrible adivino,
 de excrementos kamikazes y asesinos.

La Santísima Trinidad hace topless en la playa,
los dictadores protestan, los corderos se sublevan, 
las gemelas se desploman en las torres de control,
 los chinos nos enseñan mandarín en las trincheras,
y mancebos callejeros empapados en alcohol,
  con el vino más barato, asesinan la ilusión.
Ya nada importa.
 





7 de agosto de 2011

Money Money


        La crisis nos castiga con dureza, los dramas cotidianos de los parados nos roza o nos toca de lleno, las reservas de dinero se están acabando y solo nos queda esperar que nuestros ínclitos políticos nos saquen de este pozo. Voy a aportar de forma altruista mis ideas para acabar con el paro, y espero que alguien tome nota:
        1- Utilización de botafumeiros de marihuana en todas las iglesias. Sé que así no se va a solucionar el desempleo, pero todos los fieles volverán a casa colocados. Algo es algo.
        2- Venta de Kleenex en todos los semáforos, siendo obligatoria la compra para todos los conductores. Los pingües beneficios serán utilizados para comprar la deuda española y el dinero que sobre será utilizado para reformar las viviendas de los políticos corruptos, como recompensa por haber estado cuatro años sin robar.
        3- Abolición y reforma de todas las diputaciones hasta convertirlas en prostíbulos nacionales, alojando a todos los parad@s de buen ver; ya que van a estar jodidos, que sean prácticos.  Tengo más iniciativas pero no se lo voy a dar todo hecho al próximo gobierno, que trabajen ellos algo también, digo yo.

        En los medios de comunicación sobresale una palabra sobre las demás: "mercados".  “Los mercados castigan al euro”, "Los mercados desconfían de la economía española”, “Los mercados provocan tensiones entre los gobiernos de USA y China”. Parece que la política ha perdido la batalla contra el capital, ese monstruo financiero que asedia y presiona a todos los gobiernos del mundo y por consiguiente a toda la población.  Si el capital conquista cotas más altas de poder, en las próximas elecciones votaremos seguramente a Repsol YPF y para el senado a Telefónica, además con la gran ventaja de que no tienen que gastar recursos propagandísticos en aparentar dignidad y honestidad como los partidos políticos, el capital es amoral y no le importa absolutamente nada, excepto el dinero.

        Los bancos son instrumentos que utiliza el capital para el expolio de la población,  y si hay problemas ahí están los gobiernos para rescatarlos, y por supuesto nosotros, ejercito de soldados de plomo, dispuestos a pagar la fiesta con más impuestos y nuevos recortes sociales. ¿Quién está detrás del capital?  Detrás de los bancos están los grandes grupos mundiales de inversión, los que ponen la pasta ( Citigroup, Goldman Sachs, Wells Fargo y Morgan Stanley entre otros), y detrás de los grupos de inversión están los accionistas, los que conforman esos grupos de inversión (Vanguard Group, BlackRock, FMR, AXA, State Street Corporation, Mitsubishi y CIC, el inversor estatal chino), y detrás de estos accionistas hay personas de cualquier país, régimen político o ideología que solo les une la bandera del dinero. El mundo está en deuda con ellos, literalmente, y son tan temibles y poderosos como una bomba atómica, y a pesar que algunos de nosotros lo ignoramos, ellos saben muy bien que ostentan el poder absoluto.

         Como un buitre que acecha a un animal moribundo, la guerra, especialista en ocupar el papel de motor económico en las grandes crisis, espera su oportunidad para reiniciar un nuevo ciclo. Lo que más me duele de este razonamiento keynesiano que aboga por el crecimiento de la demanda, es la moneda de cambio que se utiliza en estos casos: destrucción por reactivación económica y 
sangre por dinero.


Steppenwolf